Ya está por muchos dicho que el habla ha cobrado auge desde hace miles de millones de años, por lo que es muy importante resaltar que desde sus inicios el hombre se ha visto en la necesidad de expresar y denotar todo aquello que siente, le rodea y piensa. Por lo mismo es primordial identificar y apreciar cómo es que a través del paso del tiempo esa facultad tan propia del ser humano, de crear y articular palabras, se ha convertido en una de las principales causas por las que las personas ahora vivimos en sociedad y logramos establecer comunicación unos con otros. Además de algo tan simple como diferenciarnos de los animales.
El texto de Daniel Cassany es un pequeño escrito en el que se nos explica y se expresa cómo es que en la actualidad la vida del libro corre peligro, aunque suene dramático, cabe resaltar que lo digo en un sentido literal. Hoy en día el desarrollo de las nuevas tecnologías, en especial las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) han cobrado cada vez más importancia para la vida y el desarrollo humano, sobre todo para las dinámicas de interacción social.
Son tantas y tantas las cosas de las que podríamos abordar respeto a la lectura, sin embargo nada de esto valdría la pena si con todo lo que leemos y aprendemos diariamente no lo relacionáramos con nuestra vida diaria. Por lo tanto al adentrarme en el tema del que Cassany pone énfasis resulta evidente que todo aquello que el autor expone tiene mucho que ver con lo que en nuestros días los jóvenes y todas las nuevas generaciones vivimos constantemente.
Es significativo tomar en cuenta y sobre todo comprobar que, por lo menos en México, desde que nació el internet y las tecnologías digitales se ha cobrado importancia en ellos para el desarrollo de la vida cotidiana, por lo mismo actualmente se adoptan nuevos modos de ver el mundo y lo más importante, se adquieren y hacen propias las dinámicas en las que se tiene que participar en la era digital e internet.
Tan difícil de creer y tal fácil de comprobar lo anteriormente dicho; para qué ir tan lejos cuando se vive en una sociedad en la que los recursos que ofrece la tecnología son cada vez más necesarios para lograr establecer una misma sintonía con la que estemos acorde a lo que la vida laboral, escolar y social exigen cada día. Tan sencillo como esto, normalmente los estudiantes, sea del área que sea, establecen brechas en las que ya no es necesaria la convivencia de manera presencial. Hoy existen infinidad de redes on line en las que no es nada complicado que un grupo de personas logren desarrollar trabajos de los cuales anteriormente se pensaba imposible realizar si no era mediante una afinidad de tiempo y espacio.
Messenger, Face book, Hi5, Hotmail, Yahoo, Gmail y tantas otras redes sociales que podríamos encontrar en la red que sería ilógico prescindir de ellas cuando la tecnología da oportunidad de usarlas sin limite de tiempo, espacio, acceso, uso, apropiación y lo mejor de todo “GRATIS”. Pero qué tiene de malo todo esto: ¿se pierde la interacción interpersonal? ¿Poco a poco el lenguaje escrito va perdiendo atributos y la lengua se va modificando para adaptarse a nuevas reglas? ¿Las relaciones sociales ahora se hacen a través de una máquina? ¿Se vive una realidad virtual? ¿Se pierde el gusto por la letra escrita y la primacía de la imagen gana terreno? La respuesta a todo esto es… Si.
En verdad pasa todo esto, pero qué será del hombre si aunque le caigan limones del cielo no aprende a hacer limonada. Todo esto no es más que una mera cuestión de valores, si en verdad no estamos acostumbrados a tomarle el gusto a los libros y un ordenador nos ofrece otras (muchas) alternativas ¿porqué no tomarlas? Con esto no digo ni establezco una comparación del libro con las maquinas, en realidad no tienen nada que ver, pero si empezamos a cambiar aunque sea un poquito nuestra apatía mental y nos abrimos a las posibilidades que la era digital nos ofrece, ¿porqué no aceptarlas?
Cuestión de valores, si en toda nuestra vida pocas veces nos hemos preocupado porque nuestro país, al menos, tenga un desarrollo tecnológico y académico desde hace mucho tiempo, entonces ahora somos tan pesimistas con las nuevas alternativas que nos ofrecen los avances tecnológicos. No desprestigiemos ni al libro ni a las máquinas, mucho menos a la red, únicamente dejémonos llevar por la posibilidad que cada una nos ofrece, es decir, si nos hacemos valer de los recursos de la actualidad para facilitarnos muchas cosas, como la inmediatez, usabilidad, velocidad, exuberancia, irradiación, innovación, volatilidad y tantos atributos; ayudándonos del gran pensamiento, artístico, cultural, intelectual que nos han dejado los grandes pensadores a través de sus libros, el desarrollo de nuestra sociedad sería incalculable.
A lo único a lo que nos debemos atener es que la sociedad sin duda va a cambiar de manera irreversible, ya que en verdad no sabremos si el día de mañana no sabremos si asistiremos a la escuela y sólo escucharemos una video-conferencia (lo cual en muchas partes ya se hace), pero en fin… No tenemos otra opción que algo tan esencial para la sobrevivencia del hombre como “la adaptación”.
CASSANY, Daniel. De lo analógico a lo digital. En Revista latinoamericana de lectura. Junio de 2000.

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